Argumento y Terminología




Argumento

Ai no Kusabi tiene lugar en el mundo futurista de Amoï, el cual es gobernado por una computadora inteligente llamada «Jupiter». Jupiter ha instaurado una serie de estrictas normas sociales basadas en el color de cabello de sus habitantes. Los rubios son llamados Blondies, seres creados artificalmente en un laboratorio por la misma Jupiter que pertenecen a la clase más alta y viven en la capital de la ciudad; Tanagura. Por otra parte, se encuentran los "mestizos", individuos procreados de forma natural que viven en la zona excluida de Ceres. Iason Mink es el jefe del Jupiter's Syndicate y el favorito de Jupiter, así como también el blondie de mayor rango en Eos. En una visita a Midas, Iason se encuentra con un mestizo líder de la pandilla Bison, Riki, cuando este intentaba robar un auto y es atacado por pandilleros. Iason salva a Riki y este ofrece pagar el favor con su cuerpo, al no poseer otra cosa de valor. Aunque era solo cuestión de una noche, Iason decide tomarlo desde ese momento como un "Pet" (mascota), un esclavo sexual, y marca su reclamación a Riki al colocarle un "Pet Ring" (anillo) en la base de su miembro.

En virtud de las restricciones de Jupiter, los Blondies son estériles y se les prohíbe mantener relaciones sexuales, es por eso que existen los "Pets" quienes participan de shows sexuales para saciar dichos apetitos. Los "Furniture" son sirvientes personales de los Blondies que se encargan de los Pets y agasajan a invitados, y son tratados como adornos debido a su belleza, pero a diferencia de los pets estos son castrados.

Terminologìa 

Amoï
Amoï es el duodécimo planeta de la galaxia Garan. Su capital es Tanagura, ciudad situada al lado del mar y completamente computarizada. Amoï fue establecido por un grupo de científicos que querían crear una sociedad sin restricciones políticas y tabúes religiosos. Esto mismo llevó a la creación de un superordenador llamado "Jupiter". Jupiter terminó por desarrollar una conciencia propia y tomó el poder sobre Tanagura. Con el tiempo, Amoï construyó la ciudad de Midas cerca de Tanagura y desarrolló muchos estados urbanos independientes.

Tanagura
Tanagura es una ciudad computarizada que está bajo el control directo y completo de Jupiter, la gobernante de Amoï. En Tanagura, la Torre de Eos es el palacio donde viven y trabajan las élites de Jupiter, mientras que la misma Jupiter reside en la denominada "Torre de Jupiter". Todos los élites son físicamente perfectos y hermosos, con cuerpos inmortales y largo cabello rubio, junto con una fuerza superior a la de cualquier ser humano. Son estériles y sus cerebros altamente avanzados son la única parte orgánica de sus cuerpos. Tanagura aplicó un sistema de castas basado en el color del cabello llamado "NORAM", entre los cuales se destacan:


Blondie: La "élite de la élite". Los Blondies son la clase social más alta, seres genéticamente diseñados por Jupiter. Con sólo trece Blondies, forman el "Tanagura Syndicate" y son los líderes supremos de Tanagura, con Iason Mink como la cabeza principal. Tienen la autoridad de comunicarse directamente con Jupiter, principalmente Iason, y son conscientes de todos los secretos de Amoï y su inframundo.
Platina: Individuos de cabello plateado que ocupan las más altas y diversas posiciones de liderazgo.

Ruby, Jade y Sapphire: Son individuos de rango intermedio. Tal como su nombre lo indica, sus cabellos suelen ser de color rojo, verde o azul. Normalmente son subdivididos por sus especialidades individuales y muchos son asesores de los Ónix.

Ónix: Individuos de cabello negro, son la casta más baja de la sociedad. Ocupan posiciones de administradores y están a cargo de las empresas del gobierno.

Ceres ,Midas y Tanagura: Está dividida en nueve áreas. La novena, Ceres es llamada con desprecio "el Ghetto" y sus habitantes "impuros". Pese a estar físicamente dentro de Midas, los Impuros no poseen cédula de identidad ni son considerados ciudadanos. Se reproducen de forma natural, lo que es considerado una abominación, pues los ciudadanos de Midas y Tanagura son traídos al mundo en centros de reproducción. Al carecer de identificación, los Impuros no pueden trabajar legalmente por lo que viven de pequeños hurtos, aunque el gobierno les garantiza sus necesidades básicas. Los más hábiles consiguen entrar en el Mercado Negro pero la mayoría pasa el día sin hacer nada más que beber Stout, una bebida alcohólica alucinógena de la peor calidad.













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